La actitud es un factor importante cuando se lucha por el éxito. Una de las primeras cosas que debemos hacer cuando queremos cambiar nuestra vida es cambiar nuestra actitud. A menudo se dice que «hay una pequeña diferencia entre las personas, pero esa pequeña diferencia hace una gran diferencia. Esa pequeña diferencia es la actitud. La gran diferencia es si es positiva o negativa». Esta afirmación no podría ser más cierta. La actitud que adoptamos determina el nivel de éxito en el logro de nuestro potencial y la energía que ponemos en nuestras acciones.

Las metas que puedes alcanzar son directamente proporcionales a tu actitud, porque una actitud positiva afecta tu determinación frente a nuevos desafíos. Una cosa que debemos recordar es que podemos mantener el control de nuestra actitud; nadie nos dicta nuestra actitud. Las personas pueden influir en nuestra actitud, pero nadie puede controlarla.

Cuando te enfrentas a repetidos fracasos y el sentido común sugiere rendirse, una actitud positiva interpreta el fracaso como otra oportunidad para aprender y adaptarse. Es tu actitud positiva que cree que la perseverancia vale la pena y que tus esfuerzos van en aumento, solo por el momento antes de los resultados que quieres manifestar. Cualquier desafío que enfrentemos no es tan importante como nuestra actitud hacia él; esto es lo que determina nuestro éxito o fracaso.

Cuando se enfrenta a un desafío, un pesimista se detiene en el problema, un optimista se centra en la solución. Un pesimista culpa a todos los demás, un optimista asume toda la responsabilidad. Esa es la principal diferencia entre las dos perspectivas. La mente humana tiene una tendencia a construirse a sí misma, por lo que si los pensamientos negativos están presentes, se convierte en una pendiente hacia el fracaso. Sin embargo, si como optimista ves una solución ante la adversidad te estás mostrando una luz, un camino posible y una mayor probabilidad de éxito.

Es importante recordar que nuestra actitud es permanente en la forma en que vivimos. Si queremos tener éxito en la meta, debemos dejar que nuestra actitud se anuncie independientemente de la tarea en cuestión o de la gente que esté mirando. Es fácil hacer un trabajo de clase mundial cuando la gente está mirando, la verdadera prueba es lo que haces cuando nadie está mirando; ¿Se sigue mostrando esa perspectiva de clase mundial? Los grandes triunfadores pueden mantener el enfoque sin importar quién esté cerca.

«El mayor descubrimiento de mi generación es que uno puede cambiar su vida cambiando su actitud mental». Guillermo James

Extraído de ‘El monólogo de los ganadores’

 

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