La entrega es quizás el aspecto más pasado por alto de la comedia stand-up. Se trata de cómo entregas tus chistes. Esto puede significar tonos, volumen, tipo de apoyo emocional, movimiento físico y/o uso de instrumentos o equipos musicales.

Como una medida de cuán importante es, considere qué tan efectivo hubiera sido el acto de Sam Kinison si hubiera entregado su material en un tono más relajado. O mira el acto de Mitch Hedberg. Su escritura fue sin duda brillante. Sin embargo, gran parte del atractivo provenía de su voz dylanesca. ¿Imagina qué tan efectivos serían sus chistes si fueran entregados con la voz de Joan River?

A pesar de la importancia de la entrega, es un aspecto difícil de desarrollar. Porque cualquier presentación o estilo que no se sienta como una extensión de su yo original se verá irremediablemente artificial.

Al igual que los propios cómics, no existe una forma correcta o incorrecta de entregar el material. Si lo hubiera, Jeremy Hotz habría sido expulsado de los cómics hace años por su estilo excéntrico. Desafía todas las convenciones, se para detrás del escenario y, a menudo, se cubre la boca con la mano mientras cuenta sus chistes. Sin embargo, funciona. Su entrega coincide con su personalidad en el escenario y se ha convertido en la marca registrada de su acto.

En el regreso de Mitch Hedberg, a veces hacía un set completo con los ojos cerrados. A la multitud no le importaba. Lo aceptaron como parte de su personalidad (eso cabreaba a los dueños de los clubes de comedia porque no podía ver la luz del día cuando bajaba del escenario). Todd Berry entrega todo su material en voz baja y en cámara lenta. La marca registrada de Lewis Black es la ira. Steven Wright usa un estilo inexpresivo (un estilo que le vino naturalmente como resultado de una timidez severa en el escenario). Y Chris Rock combina movimientos únicos con una voz excepcionalmente audible, siempre socavando la ira en sus bromas y una sonrisa estelar.

A menudo es la entrega la que se convierte en la marca registrada del comediante en lugar del material en sí.

Cómo tratar de impulsar las presentaciones

El momento de experimentar es cuando inicias un negocio. En los primeros meses, esté dispuesto a probar diferentes estilos de presentación.

Pruebe un conjunto de contar sus chistes usando una breve presentación. Luego, trata de decir tus chistes con una voz más animada. Luego, cuando vuelva a salir, trate de reducir la velocidad y hable en un susurro bajo. Sigue experimentando durante varias semanas mientras incorporas diferentes emociones. Y al hacerlo, asegúrese de usar la lista de canciones correcta. De esta manera, puede medir mejor cómo los diferentes estilos de entrega pueden cambiar la dinámica de la broma y todo el conjunto.

Con el tiempo, sabrá qué estilo le queda mejor y, en última instancia, se sentirá más cómodo en la entrega. Solo asegúrate de que seas tú y no una broma inventada.

 

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