Crear comedia es en parte arte, en parte ciencia y en parte conjetura porque nunca sabrás si es realmente divertido hasta que el público se ría o te arroje fruta podrida. Este artículo intentará reducir las conjeturas (y, con suerte, arrojarte cosas) y aumentar las posibilidades de hacer una buena broma al desglosar la mecánica de la comedia en técnicas simples. Estos métodos no son los únicos, pero proporcionan la base para una broma bien elaborada.

La estructura básica de un chiste se establece con un chiste. Es posible que se pregunte: «Está bien, he escuchado esto antes, pero ¿qué significa eso?» Un escenario es un hecho simple que tú y/o tu audiencia acuerdan ser. Y el chiste es una distorsión de ese hecho. Entonces, ¿cómo le das la vuelta a la realidad? Puedes hacerlo de varias maneras. Estas son solo algunas de las formas en que puedes hacerlo. Una vez que obtenga este tipo de chistes, puede hacerlo de una manera más informal sin pensar demasiado en ello, como andar en bicicleta. De hecho, es probable que se te ocurran otros tipos de chistes que incluso podrían ser más divertidos pero que no pueden explicar por qué son divertidos. Solo lo sabrás. Aquí están:

Dirección incorrecta

La mayoría de los chistes tienen alguna forma de perversión. Pon a tu audiencia en una línea de pensamiento, luego les das un giro rápido que no esperan. Es este elemento de sorpresa lo que los hace reír. Un buen ejemplo de esto es una herramienta popular llamada Regla de los 3. Los primeros dos elementos forman el patrón y luego giras el tercero. Por ejemplo (tomado de uno de mis viejos cómics):

«Escuché todo tipo de excusas de chicas que no quieren salir conmigo: me peinaré esta noche, veré mi programa favorito, soy tu prima».

Mezclar y combinar

Esta herramienta funciona poniendo al personaje o a ti mismo en una situación incómoda. Responde a la pregunta «¿Qué pasaría si?» Un ejemplo podría ser un médico que no tolera la sangre, un miembro negro del Klu Klux Klan o un terrorista que siempre llega tarde. Algunos llaman a esto un pez fuera del agua.

Sin embargo, debe tener cuidado de no intentar usar esto de inmediato porque puede parecer poco realista o extraño, como decir «Oye, ¿y si Kermit y Miss Piggy estuvieran teniendo sexo?»

Primero debe haber alguna base de verdad en la configuración. Por ejemplo, si tienes una madre filipina tradicional que quiere que te cases con una mujer filipina y sigue diciendo: «¡Esa mujer blanca simplemente se divorciará de ti!» Luego lo metes en la charcutería y te dice: «¿Qué tipo de pan quieres? ¡El pan blanco te dejará en paz!».

Hay muchas otras herramientas para crear punchlines, pero la clave está en la configuración. Cuanto más únicos o perspicaces sean sus hechos, mejor porque a menudo los chistes se escribirán solos, suponiendo que tenga sentido del humor.

 

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